El viaje del Barco en llamas. Recuerdo bien aquel día, el cielo estaba provisto de algún tipo de color por nubes gruesas, un viento helado imperceptible mas que por la sensación helada en los poros de la piel y la ya acostumbrada aparición del olor, grosero pero ya común al punto de ser soportable, dé la nicotina que entraba y salía de los pulmones de los ya acostumbrados compañeros a pocos centímetros de mi presencia, que fumaban sin paras quizás en el intento inútil de sentir algo de calor en esa tarde helada. yo,solo escuchabas sus risas y de vez en cuando reaccionando a sus miradas con sonrisas o respuestas cortas, en una conversación de la cual yo no estaba presente, más que como espectador pasivo, mientras hundía mi propia humanidad entre la tela de cuerina de mi grueso y casi podrido abrigo, apestaba,llebaba días sin lavar y imprecnaba un rancio almiscle mesclado,de piel humana, disolvente de pintura y al pelo de mis gatos que acostumbraban cada noche, quizás como instinto de ap...
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